miércoles, 7 de septiembre de 2011

Los desafíos del Semana 2011

Semana del Comunicador 2011
Desde que se creó la Escuela de Ciencias de la Información se realiza todos los años la Semana del Comunicador: un espacio pensado desde y para los estudiantes, donde nos encontramos para debatir y reflexionar sobre las problemáticas de nuestro campo de estudio, actualizar los debates teórico-políticos sobre la comunicación, compartir herramientas de análisis de la coyuntura nacional y latinoamericana, y a partir de todo ello, dar una mirada crítica a la formación recibida en nuestra carrera.

Este año, la Semana del Comunicador, se estructura a partir de dos interrogantes fundamentales: por un lado, la pregunta por la construcción de la hegemonía, y por otro, la pregunta acerca de las transformaciones que es posible observar en la cultura política de nuestro país en los últimos años.

Si la del 90 fue la década del ocaso de la política (no sólo en nuestro país, sino en toda la región), y los acontecimientos de diciembre de 2001 fueron la expresión de la crisis de la hegemonía neoliberal, los años posteriores están signados por la paulatina reconstitución del tejido social y la construcción de una nueva hegemonía.

Como señaló Williams, “la parte más difícil e interesante de todo análisis cultural en las sociedades complejas es la que procura comprender lo hegemónico en sus procesos activos y formativos, pero también en sus procesos de transformación”.

En ese sentido, interpelados por la realidad que hoy nos toca vivir, nos proponemos abordar algunos procesos sociales actuales que trazan un panorama completamente diferente al de hace algunos años y que queremos poner en debate en ésta Semana del Comunicador.

En principio, reconocemos una nueva configuración de las culturas juveniles, pero sobre todo puesta en relación con la política como herramienta de transformación, recuperada y hecha cuerpo en la fuerte participación juvenil en la vida política de nuestro país. En ese sentido, esa participación combina de manera inédita la recuperación de modalidades tradicionales de participación política con la utilización de las nuevas tecnologías y las redes sociales como herramientas de expresión pública de lo jóvenes.

En segundo término, resulta importante abordar el desarrollo de políticas desde el Poder Ejecutivo Nacional que da cuenta del reconocimiento del acceso a las nuevas tecnologías como un derecho humano fundamental. Programas como “Conectar Igualdad” o “Mi TV Digital” –que posibilitan que los sectores históricamente postergados del acceso a derechos básicos como salud, educación, trabajo y vivienda, sean los primeros en adquirir ciertas herramientas tecnológicas- han introducido cambios sustantivos en el modo en que se concebían tradicionalmente las políticas sociales, pero también transformarán significativamente los usos de las tecnologías y la producción de contenidos para ellas.

En ese sentido también proponemos debatir sobre el importante desarrollo de una serie de políticas culturales impulsadas desde el Estado Nacional, orientadas a la construcción de un nuevo relato sobre el pasado, el presente y el futuro posible, que se pone en diálogo con las voces reiteradamente silenciadas de nuestra historia. En esa clave pueden comprenderse políticas que van desde el fortalecimiento de los medios públicos a los festejos del Bicentenario.

En ese marco además recuperaremos  la necesidad de avanzar en la producción de contenidos federales para los nuevos medios de comunicación, desde una doble preocupación: por un lado, la de democratizar la palabra, en el sentido de que haya cada vez más enunciadores a lo largo y ancho del país; pero por otro, la preocupación porque los contenidos de estos nuevos medios sean efectivamente representativos de la experiencia cultural de los más diversos sectores que constituyen a la sociedad argentina. En ese sentido, nos interesa preguntarnos, no sólo por los nuevos enunciadores, sino también por los nuevos públicos, esos que vienen postergados desde hace tiempo en cuanto a la posibilidad de contar con productos culturales en los que puedan reconocerse.

Finalmente, entendemos que existe una reconfiguración de las articulaciones entre derechos ciudadanos y comunicación. Si bien la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual representó un enorme avance para el reconocimiento de la comunicación pública como un derecho humano, aún queda mucho trabajo pendiente en lo que respecta al acceso a la información pública. Partiendo de que los medios de comunicación no son los únicos responsables de garantizar ese derecho, resulta imprescindible hoy impulsar desde el Estado algunas iniciativas que faciliten el ejercicio del derecho de acceso a la información pública, fundamental para el ejercicio de otros derechos ciudadanos.

Ahora bien, abordar el análisis de procesos tan complejos y multidimensionales como los mencionados, requiere de una perspectiva de lectura tan compleja y multidimensional como éstos. En ese sentido, esta Semana del Comunicador estará especialmente atravesada por la construcción de una mirada transdisciplinaria, que nos permita echar luz sobre algunas de las cuestiones planteadas. No con la pretensión de abarcarlas acabadamente, sino más bien con el objetivo de aportar algunos elementos al ejercicio de autorreflexión que esta sociedad necesita hacer para transformarse. Por eso, más que las respuestas, buscamos las preguntas adecuadas para contribuir en la tarea de construir un país más justo y democrático. 

Nos proponemos, entonces, construir colectivamente algunas claves de análisis que nos permitan interpretar la realidad que hoy nos toca vivir, para intervenir sobre ella desde nuestra especificidad.


CENTRO DE LOS ESTUDIANTES DE LA ESCUELA DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN - UNC

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